ESTRATEGIAS EFECTIVAS PARA ENSEÑAR A LOS NIÑOS CON AUTISMO
1- ESTRUCTURAR EL AMBIENTE
La estructura física de
un lugar es la forma como están distribuidos los espacios, muebles y
materiales. Lo que el niño o niña ve en un lugar le informa o sugiere la
actividad que se va a realizar, así como los materiales que puede
utilizar y los que no. Un ambiente organizado y ordenado permite que el
niño o la niña permanezca en la actividad y se motive por aprender. Una
madre de un niño con autismo dice: “Hubiera querido saber desde el día
en que me di cuenta de que mi niño presentaba autismo, la importancia de
tener el ambiente organizado, con todo en su lugar, todo marcado y con
dibujos”. En muchas ocasiones, la elevada actividad de los niños y las
niñas con autismo se presenta porque el ambiente está muy mal organizado
o sin actividades planeadas. Por ejemplo, debe señalarse claramente el
lugar donde se come, donde se juega, donde se le enseña. Si esto no está
bien organizado, debido a su atención en túnel, puede enfocarse en algo
que no corresponde al momento. No es conveniente tener a la vista
muchos materiales. Si es el momento de comer, el niño o niña debe ver
solo lo que corresponde a la alimentación, en lugar de tener la
televisión o juguetes al alcance.
Los niños y las niñas
con autismo, al igual que todos, necesitan de espacios recreativos; a la
mayoría no les gustan los lugares muy encerrados. Tampoco es
conveniente que pasen siempre en el mismo lugar porque luego será
difícil que acepten estar en lugares variados. Se deben buscar algunos
espacios al aire libre, que le permitan desplazarse libremente, sin el
riesgo de que se pierdan. Si aún no percibe peligros o le gustan las
alturas, es necesario colocar límites que le impidan salirse o tener un
accidente.
2 – ESTRATEGIAS VISUALES
Todos
los materiales visuales, ya sean dibujos, láminas, fotografías o
símbolos, son elementos de gran ayuda para los niños y las niñas con
autismo, tanto para el aprendizaje, el desarrollo de la comunicación,
como para aumentar su comprensión y regular su comportamiento.
Su
gran utilidad se explica porque los niños y las niñas con autismo
tienen una gran capacidad de almacenar imágenes en su cerebro. Muchas de
las estrategias que aparecen a continuación están basadas en la
utilización de elementos visuales. Ejemplo:
A- Nos saludamos
B – Luego tendremos un juego libre
C – Después vamos a pintar
D – Luego iremos al parque
E – Al regresar,tendremos clase de música
F – Por último, nos iremos a casa
Una
madre comenta al respecto: “Debemos ser creativos para utilizar el
material visual; no es necesario gastar mucho dinero. Con el tiempo,
vamos aprendiendo a dibujar en cualquier momento y con cualquier
material”.
Aquellas
imágenes que se utilizan con mayor frecuencia se pueden dibujar en
cartón y forrarse o plastificarse. Otras se pueden dibujar en una hoja,
un cuaderno, o en pedazos de cartulina.
3 – AGENDA DE ACTIVIDADES
Los
padres y maestros coinciden en lo efectivo que resulta anunciarle al
niño o a la niña mediante dibujos o mediante objetos, la secuencia de
actividades que se van a realizar en el día. Esto les permite ajustarse a
lo que va a suceder, en lugar de dedicarse a otras actividades que
quieren hacer a cada momento. Gradualmente la agenda visual les permite
estar bien dispuestos a realizar las actividades programadas. Muchas
personas al comienzo creen que esto es innecesario, porque las
actividades no varían mucho, pero con el tiempo se dan cuenta de su
importancia para el niño y niña. Se hace la descripción al tiempo que se
señala cada imagen frente al niño o niña. Cuando vaya a iniciar cada
actividad muestra la imagen correspondiente; al finalizarla, anuncia que
la actividad se terminó, se voltea o quita la imagen y se menciona la
que sigue. De esta forma va siendo claro para el niño lo que falta.
Es
frecuente que los niños o las niñas con autismo quieren repetir una
actividad que les agrada en particular y se muestran ansiosos o
irritables si no se les permite. La secuencia de actividades les
facilita aceptar que existe un momento predeterminado para ello y que no
la pueden realizar de inmediato. Gracias a su memoria visual
sobresaliente, recuerdan las imágenes de las actividades y la forma como
están secuenciadas. Hay muchas formas de presentarle la agenda al niño y
niña. Puede hacerse con dibujos, fotografías o con objetos que
representan las actividades que se van a realizar:
Esta
fotografía muestra una agenda con elementos reales, para darle mayor
claridad a un niño que aún no comprende bien los dibujos. Más adelante,
se pueden utilizar dibujos que representan las actividades. Estos
dibujos deben ser simples y no necesariamente tienen que ser muy
bonitos.
4 – ANTICIPACIÓN
Debido
a su particular forma de procesar la información, los niños y las niñas
con autismo evocan en su mente las imágenes de lo que conocen o ha
ocurrido antes. Lo que es nuevo o diferente de lo habitual les genera
ansiedad y malestar. Por tanto, anticipar es fundamental para que la
novedad o los cambios no los sorprendan. Consiste en dibujarle o
mostrarle una foto mientras se le explica la situación que va a vivir a
continuación.
Esta
estrategia es siempre útil y tiene muchas aplicaciones. Sirve para
anticipar cambios de actividades, para avisar que algo no ocurrirá como
el niño o niña esperaba, para darle información sobre un sitio nuevo que
se visitará, o para aclararle el comportamiento que se espera que
tenga. Estos son algunos ejemplos:
-Uso de anticipación para anunciar un cambio de actividad: Primero
nos saludamos; luego tendremos un juego libre; después vamos a pintar;
hoy no iremos al parque, porque esta mojado y con barro; por esto vamos a
jugar pelota en el corredor; al regresar tendremos clase de dibujo y
por último nos iremos a casa. Al tiempo que lo dice, le quita la imagen
de la actividad anteriormente planteada y la cambia lentamente frente al
niño o niña, por la imagen de la nueva actividad que se realizará.
-Uso de anticipación para anunciar un cambio de lugar: En
los jardines infantiles es frecuente que se realicen las actividades en
varios lugares o salones, lo que a veces confunde al niño con autismo,
pues por su tendencia a ser repetitivo, se le dificulta hacer
cambios. Para facilitar esto, se pueden usar algunas señas que le
indiquen en qué sitio se van a realizar las actividades. Por ejemplo, se
hace un marco de color a cada imagen. Este color es el mismo de la
entrada a ese lugar.
-Uso de anticipación para anunciar un lugar o una actividad que usualmente rechaza: Esta
secuencia de imágenes fue utilizada por una madre para preparar a su
hijo para ir a la peluquería. El niño rechazaba esta actividad porque no
le gustaba la sensación de las tijeras en su cabello y por el ruido del
lugar. Al ver las imágenes el niño anticipaba que la actividad no se
extendería y le aclaraba que el objetivo era exclusivamente el corte de
su cabello.
-Uso de anticipación para que acepte una frustración: Vamos
a trabajar en la clase, pero primero debemos guardar el carro en el
armario; cuando salgamos a recreo, lo puedes volver a sacar. La
siguiente gráfica muestra la anticipación que le hizo una jardinera al
niño para que accediera a guardar el carro, puesto que en un comienzo se
alteraba si le mencionaban que era hora de trabajar:
-Uso de anticipación para informarle cómo es un lugar nuevo que visitará: “Vamos
a ir a la finca de una amiga mía en San Luis. Nos vamos a ir en bus y
nos demoramos una hora. En la finca hay un río cerca, donde nos podemos
bañar, pero todos juntos. Hay un lago con patos, pero ahí no nos podemos
meter. Hay muchas gallinas en el corral y unos caballos en los que no
vamos a montar. Allá hace mucho calor, van a ir 5 niños y muchos
adultos.”
En
este ejemplo, la madre le describe lo que sucederá, al tiempo que le
muestra en imágenes. El niño logra imaginarse la experiencia que va a
vivir.
5 – LLEVARLO A CONOCER Y EXPONERLO A MUCHOS SITIOS
Muchos padres evitan
salir a diferentes sitios con sus niños o niñas con autismo, porque se
comportan de manera inadecuada, con pataletas o conductas
repetitivas. Los padres se avergüenzan de las miradas que reciben, ya
que muchas personas de forma imprudente incluso los culpan y creen que
es un malcriado; no saben cómo manejar esta situación, por el
comportamiento irritable del niño o de la niña y terminan encerrados en
sus casas para evitar problemas. Esto es un error, porque de esta manera
consiguen que se aísle cada día más y no aprenda como comportarse
apropiadamente. Además los niños y las niñas que pasan mucho tiempo
encerrados, se vuelven más inquietos e irritables. Los padres y madres
que han logrado progresos con sus hijos o hijas, cuentan que para
mejorar la conducta social de sus hijos y superar situaciones como las
mencionadas, les han servido las siguientes estrategias:
-Anticiparle con una agenda visual, el lugar que van a visitar y las actividades que realizarán.
-No
frecuentar siempre los mismos lugares, ir a diferentes parques,
supermercados, cambiar de rutas, visitar diferentes familiares. Esto le
permite al niño adaptarse con más facilidad a los cambios de entornos.
-Cuando
van a realizar una visita, o ir a un lugar donde les tocará esperar, es
útil llevar algunos juguetes del agrado del niño o de la niña.
-En
casa se le anticipa que los puede utilizar al llegar a tal lugar. Esto
evita que el niño o la niña comience a tocar lo que no debe y evita que
comience a comportarse en forma inadecuada porque está aburrido.
6 – HACERLE EXIGENCIAS ACORDES A SU NIVEL DE DESARROLLO
Al
ver al niño o a la niña con autismo interesado en muy pocas cosas,
puede ocurrir que no se le enseñe lo mismo que a los demás. Es necesario
tener presente lo que a su edad se debe aprender en las diferentes
áreas del desarrollo: motricidad gruesa (movimientos de piernas y
brazos) y fina (movimientos de precisión con las manos), comunicación,
socialización, independencia personal, cognitiva. Si al principio, el
niño o niña con autismo no aprende al mismo ritmo de sus compañeros, no
se debe desistir. Se deben emplear diferentes apoyos e insistirle de
buena manera. Entre estos apoyos están:
Mostrar
lo que otro niño o niña hace. El modelo es el mejor apoyo para que un
niño o una niña con autismo aprenda, porque ya se sabe que su estilo de
aprendizaje es visual.
Insistirle
verbalmente sin mostrarle lo que se espera de él, no es igual de
efectivo; incluso el exceso de información verbal los molesta.
Acompañamiento
de sus compañeros. Esta estrategia se conoce como “pares tutores” y
consiste en buscar compañeros que le ayuden al niño o a la niña a
realizar la actividad
Dividir la tarea en pequeños pasos y hacer un dibujo o una fotografía de cada paso.
Mostrar
en imágenes cada paso que se va a realizar le ayuda al niño o a la niña
con autismo a completar una tarea. Por ejemplo, en lugar de darle una
sola indicación de vestirse, se le presentan en imágenes cada una de las
acciones que se espera que lleve a cabo:
Exigirle las mismas actividades. El niño o la niña con autismo debe realizar las mismas actividades que sus compañeros.
Si
todos están haciendo una ficha, él o ella también la debe hacer. Puede
requerir que se le lleve la mano, o traerlo desde otro lugar muchas
veces, pero se debe insistir.
Si
quiere realizar una actividad diferente, se le debe mostrar en la
agenda visual la imagen de la actividad que están haciendo en el
momento; se le muestra lo que hacen los demás y se le insiste.
Indicarle claramente lo que se espera y no se espera de la tarea.
Un
padre de familia expresa: “La insistencia con amor siempre es efectiva;
María al comienzo no aceptaba que le diéramos abrazos y besos; nos
propusimos insistir en esto, así que todos los días la abrazábamos
y besábamos, con mucha ternura y con juegos que le agradaban; lo
hacíamos brevemente pero de todos modos lo hacíamos. María poco a poco
lo fue volviendo costumbre e incluso empezó espontáneamente a
expresarnos afecto de la misma manera” .
7 – DAR INSTRUCCIONES EN FORMA APROPIADA
Es frecuente que los
niños y las niñas con autismo no sigan las instrucciones que reciben y
continúen en su actividad como si no oyeran, porque no comprenden las
palabras que les dicen. Es fundamental para su desarrollo, que aprendan
el significado de las instrucciones que se les dan y que las cumplan
como los demás compañeros.
Inicialmente
se les enseña a reconocer instrucciones simples como “siéntate”,
“párate”, “guarda”, “mira acá”, “coge”, “dame” , etc. El adulto le debe
dar la instrucción frente a la cara, con una frase corta, de una a tres
palabras. Se espera un instante y si el niño o la niña no realiza la
acción, se le guía para que la realice. Es muy importante felicitarlo
cuando la realice, para que comprenda que esa era la acción esperada y
se motive a repetirla. Cuando entienda y cumpla con estas órdenes, se le
solicita a otras personas que también se las dé, para que no se
acostumbre únicamente a la manera como lo dice la jardinera, el padre o
la madre.
Luego
se enseña otra serie de instrucciones, de a 5 cada vez. Es necesario
seguir el procedimiento descrito y no cometer algunos errores, que les
impidan aprender a seguir instrucciones:
Es un error dar la instrucción cuando el niño o la niña no está atendiendo.
No se
debe dar la orden desde lejos, o cuando el niño o la niña está muy
concentrado en algo, pues debido a su atención en túnel no escuchará lo
que se le dijo. Por esto es necesario estar al frente para hablarle.
No se
debe repetir la instrucción. Con frecuencia, los adultos no esperan a
que el niño o la niña entienda y actúe, sino que repiten muchas veces la
instrucción, y lo confunden por el exceso de información verbal.
Otro
error es dejar la instrucción sin cumplir. Es necesario asegurarse que
el niño o la niña realice la acción indicada en la instrucción, para que
esas palabras tengan significado.
Si le
dicen “dame el muñeco” y no lo hace, entonces le deben llevar la mano
para que lo entregue. Si le dicen “ven” pero no se acerca, el adulto u
otra persona lo debe apoyar para que se desplace
Evitar
frases que confunden al niño. Muchas veces utilizamos palabras que no
son claras para el niño o que él puede malinterpretar.
Una
instrucción como “Vístete rápido que nos cogió la noche”, puede no ser
clara para el niño o la niña, pues, por un lado, contiene muchas
palabras diferentes a la instrucción esencial que implica vestirse; por
otro lado, la expresión “nos cogió la noche”, puede dar lugar a que el
niño imagine que la noche los va a coger o agarrar.
Es
importante además que en el hogar comunitario o el jardín infantil, el
niño o la niña con autismo aprenda a seguir las instrucciones en forma
grupal. Una jardinera contó la siguiente estrategia:
“Para
garantizar que Pedro siguiera todas las instrucciones a lo largo del
día, yo le daba la orden en forma grupal, por ejemplo todos nos
sentamos; todos jugamos, todos sacamos la lonchera. Las acompañaba de
una lámina o dibujo que representaba la acción requerida. Inmediatamente
me dirigía hacia él, le repetía la orden y le mostraba la lámina de
frente. De esta forma Pedro aprendió a seguir instrucciones grupales y
al final del año ya no necesitaba que se le repitiera de manera
individual”.
8 – EXIGIR LAS MISMAS NORMAS DE COMPORTAMIENTO
Antes
que considerarlo como un autista, hay que recordar que es un niño o una
niña. Muchos padres, madres, cuidadores o jardineras olvidan esto y
utilizan el autismo como explicación o justificación para su
comportamiento, y no le exigen lo mismo que a los demás.
El autismo no puede ser excusa para que deje de cumplir las normas.
Una experta en autismo, les dice a los padres y madres en sus conferencias:
“Una cosa es que su hijo tenga autismo y otra es que sea maleducado”.
Para que cumpla las normas, muchas jardineras y padres sugieren:
Anticipar las conductas esperadas. Se deben ilustrar las normas o hábitos que se esperan, así como aquellas que no.
Las siguientes imágenes corresponden a las normas que con frecuencia se esperan en un jardín:
Hacer
cumplir las normas y no cederle. Se deben hacer cumplir sin permitir
que se vuelvan un juego o que el niño o la niña logre evadirlas. Una
jardinera refiere que un niño con autismo en su grupo hacía pataletas
cuando no se hacían las cosas como él quería. Ella y los compañeros
aprendieron a ignorar su llanto. Si estaba enojado, le recordaban con
las láminas de la secuencia de actividades lo que correspondía hacer en
el momento. Gradualmente el niño aumentó su tolerancia a diferentes
situaciones y sus pataletas fueron desapareciendo.
Adicionalmente,
es importante resaltar que se deben hacer cumplir las normas, pero sin
mostrarle enojo o malestar. Aclarar los lugares para las actividades.
Los niños y las niñas con autismo tienden a salirse del lugar donde hay
muchas personas, donde hay ruido o donde se sienten encerrados. También
es frecuente que realicen actividades en un lugar no apropiado, como por
ejemplo comer en el suelo, orinar o defecar en un rincón o detrás de un
mueble, saltar en las camas.
Tanto
en casa como en el jardín se le deben indicar las actividades por
realizar, así como el lugar donde se llevarán a cabo. Todas las veces
que se salga, es necesario traerlo al sitio que se le indicó.Ejemplo: El
niño raya las paredes, el padre lo lleva hasta el lugar donde puede
hacerlo y le ofrece los materiales apropiados.
9 – UNIFICAR CRITERIOS
Muchas
veces sucede que los adultos que tienen relación con el niño no se
ponen de acuerdo sobre las normas que debe seguir el niño o la
niña. Algunos exigen una norma, otros no lo hacen; algunos le ceden,
otros le exigen, lo que no facilita que aprenda y avance.
En
el jardín pueden estar varias personas, así que todos deben conocer el
sistema de apoyos visuales que se utiliza para recordarle al niño o a la
niña las actividades o normas que corresponden al momento; la persona
directamente responsable no debe ser la única que le habla y le explica
al niño.
Es
frecuente que las demás jardineras que no están a cargo directamente,
actúan como si le “perteneciera” solamente a la titular. Deben tener
presente que hace parte de ese jardín o institución y por tanto, es
responsabilidad de todos.
10 – TRABAJO EN EQUIPO
Es
necesario que la jardinera, el cuidador y los padres se pongan de
acuerdo en las pautas para manejar su comportamiento inadecuado,
favorecer su socialización, fomentar su comunicación y, en general, todo
lo que se le debe enseñar.
De
esta manera, todos realizarán un trabajo conjunto; de lo contrario, se
sentirán solos en el proceso, y estarán poco motivados a persistir en
las metas y estrategias.
11 – EMPODERAMIENTO
Esta palabra no es muy
común. Significa dar poder, lo cual es sinónimo de fortalecerse. Antes
se pensaba que cuando una persona enfrentaba un problema de cualquier
tipo, debería buscar una institución o un profesional para que le diera
solución. En los últimos años se busca que las personas mismas aprendan
sobre la situación que viven, a gestionar apropiadamente los recursos y
se fortalezcan. En el caso del autismo, los padres, las madres, los
cuidadores y las jardineras que más satisfacciones reportan con los
logros alcanzados en sus niños y niñas, son aquellos que se han
propuesto aprender sobre el tema, asumir esta experiencia como un reto y
no resignarse a que sean otros quienes consiguen los
avances. Empoderarse implica aprender sobre el tema y llenarse de
fuerza, valor y motivación para emprender las acciones necesarias para
el desarrollo del niño o de la niña.
12 – ELOGIO Y RECONOCIMIENTO
Los
niños y las niñas con autismo, como ya se ha mencionado, tienden a
mantener unos pocos intereses y sus puntos de vista son muy rígidos. Por
esta razón, necesitan muchas estrategias que les ayuden a ampliar sus
intereses, a tener en cuenta lo que los demás piensan y a enfocarse en
las reacciones de las otras personas, para saber cómo comportarse en
forma apropiada. Cuando logran algún avance en estos aspectos, deben ser
elogiados por su esfuerzo. Por otra parte, se pueden frustrar si
fracasan o las cosas no les resultan bien. Por esto resulta muy útil
emplear con frecuencia frases positivas y acciones que les indiquen a
los niños que lo que han hecho es lo que esperamos. Hay muchas maneras
de hacerlo:
También
pedirles que hagan dibujos de objetos cotidianos o de situaciones de la
vida diaria y luego se les pregunta sobre ellos, para que por esta vía
se aumente su capacidad de expresarse.
Habilidades
de memoria. Se les pueden asignar actividades en actos sociales como
cantar, recitar, puesto que recuerdan fácilmente canciones, poesías,
rimas.
Si han
aprendido alguna información o actividad, puede servir de modelo o
monitor a otros niños. Una profesora de un jardín se dio cuenta de que
su alumno con autismo tenía muchos conocimientos sobre los planetas; lo
llevó a todos los otros salones de clase, para que les hiciera una
exposición sobre el tema.
Habilidades
para el uso de aparatos. Es muy frecuente que los niños y niñas con
autismo aprendan fácilmente a utilizar el equipo de sonido, juegos de
video de computador. Esto puede servirles para entretenerse y luego
compartir estas actividades con otros niños o niñas. Los que tengan
posibilidad de usar un computador en su casa o comunidad, pueden
aprender juegos, se les pueden mostrar imágenes de muchos temas, se les
puede enseñar a dibujar y más adelante a practicar lectura y escritura.
No hay
por qué sentir temor de que el niño pase todo el tiempo en esto, puesto
que para evitarlo se emplea la agenda visual, en la cual se le muestra
que realizará otras actividades adicionales.
Decirle
“muy bien”, “esto te quedó excelente”, “así era” También hacerlo con
expresiones como un aplauso, una sonrisa, un gesto manual. Emplear
signos como una cara feliz, un sello, un chulo.
13 – APROVECHAR FORTALEZAS
Las personas con autismo
tienen muchas habilidades, que es necesario descubrir y
aprovechar: Habilidades para el dibujo. Se debe emplear esta habilidad
para establecer relación con otros, animándoles a que realicen dibujos o
tarjetas para sus familiares o compañeros.
Referencia
: Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF)en alianza con Sense
Internacional (Latinoamérica), INCI, INSOR, Habilitat, la Fundación
Niñez y Desarrollo, la Fundación Integrar y la Fundación Fe.
Fuente: La página de Jazmín a través de TEAyudaremos
Bajar documento:Estrategias