Los niños necesitan rutinas para sentirse seguros y tranquilos en su ambiente. Esta rutina establece horarios, pero además los hábitos repetitivos ayudan a construir un equilibrio emocional, que les proporciona un mecanismo importantísimo para su educación y para la construcción de su personalidad.
La repetición de los actos cotidianos forman hábitos y la repetición de los hábitos forman virtudes.(María algueró, Experta en Atención Temprana).
A continuación se muestran una serie de pasos que se pueden seguir para consolidar un hábito de trabajo en casa. Pero, ¿cuándo hay que utilizar este procedimiento?
- Si al niño le cuesta ponerse a hacer sus tareas sin tener que recordárselo.
- Si los maestros "no están satisfechos" con el trabajo que hace el niño en casa.
- Si los niños se distraen demasiado con la televisión, ordenador y otros juegos.
- Limitar el uso de la televisión: reducir el número de televisores en casa. No ver la tele durante las comidas de la familia. Seleccionar los programas y las horas que se van a ver en la televisión.
- Hacer la lectura sea más importante que ver la televisión: llevar a los niños una o dos veces por semana a la biblioteca pública. Sacar libros tanto para los niños como para los padres (nada como un buen ejemplo). Hacer de la lectura conjunta de padres e hijos una tradición familiar.
- Establecer una hora para hacer los deberes en casa: escoger la misma hora cada día, de lunes a viernes, para que los niños hagan la tarea o lean. Establecer el duración de la hora de los deberes en función del curso y las necesidades particulares de cada niño.
- Escoger un lugar adecuado para hacer los deberes: buscar un lugar silencioso, cómodo y aislado. Disponer de los materiales necesarios para evitar tener que levantarse y distraerse.
- Explicar al niño el plan previsto: explicarle por qué se ha tomado está decisión. Explicarle lo que se considera "una buena hora" de deberes. Explicarle las ventajas que tendrá hacer "una buena hora" de deberes.
- Mientras ellos hacen la tarea, los padres pueden realizar una actividad tranquila que les sirva de modelo como leer o escribir.
- Recompensar al niño cuando haya tenido "una buena hora" de deberes permitiéndole ver la televisión o realizar alguna otra actividad agradable.
- Hacer un seguimiento regular del plan para introducir los ajustes necesarios.
Blechman, E.A. Cómo resolver los problemas de comportamiento en la escuela y en casa. Ed. CEAC. 1990
Fuente
Fuente