PROPUESTA DE INCLUSIÓN DEL ACNEAE EN ED. INFANTIL


Beatriz Morillas Carrillo escribe en Aula del Pedagogo una propuesta para favorecer la inclusión de los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo en Educación Infantil. 

Dicha propuesta viene justificada por la normativa actual vigente, la Ley Orgánica de Educación (LOE) 2/2006, de 3 de Mayo, que establece en su Título II, Capítulo II (artículos 80 al 83) la compensación de desigualdades en la Educación. 

La Educación Compensatoria se puede definir como aquella que apoya la inserción tanto educativa como social de los alumnos que presentan Necesidades Especificas de Apoyo Educativo en centros ordinarios del sistema educativo español. Partiendo de esta ley, se pretende dar cabida en las aulas ordinarias a todo el alumnado, en especial al discapacitado leve; concretamente se propone la inclusión de un alumno que presenta autismo en grado leve a través de actividades musicales.

Las ventajas que proporciona la inclusión del alumnado discapacitado en los centros escolares ordinarios son importantes. Por un lado, se atiende a las diferencias individuales de cada uno de los miembros; por otro, a diferencia del modelo integrador, no hace necesario que los alumnos salgan del aula ordinaria ya que el apoyo que necesitan lo reciben dentro de ella. El modelo integrador es una manera de entender la diferencia que va dirigido a aquellos alumnos que presentan Necesidades Específicas de Apoyo Educativo. Trata de mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje de estos alumnos, aunque supone cierta diferencia hacia aquéllos que no son como la mayoría. En este modelo el apoyo que se recibe por parte de diferentes profesionales se realiza fuera del aula ordinaria lo que implica una coordinación adecuada entre los profesores de apoyo y los tutores.

Por el contrario, las escuelas inclusivas proporcionan apoyo y asistencia a todos los alumnos y alumnas del centro (no sólo a aquéllos que presenten NEAE). En definitiva la inclusión anima, valora y atiende a la diversidad de estudiantes (Arnáiz, 2003).
Para crear escuelas y aulas realmente inclusivas se debe ser consciente de que todos los alumnos/as pertenecen a un mismo grupo y que todos pueden aprender, en función de sus capacidades. Para conseguirlo es necesario crear un marco inclusivo que contenga los recursos necesarios para atender a este tipo de alumnado; de no hacerlo así, la inserción en las aulas de los alumnos discapacitados podía ser negativa (Essomba, 2006).
La propuesta se contextualiza  en un centro ordinario situado en la periferia de la ciudad. El aula está formada por 20 alumnos de 5 años de edad, uno de los cuales presenta Necesidades Especificas de Apoyo Educativo (en adelante NEAE), en concreto presenta Trastornos de Espectro Autista (TEA), aunque en un grado leve, por lo que su inclusión en el aula ordinaria podría resultar beneficiosa para él. Dicho alumno presenta algunas dificultades en el comportamiento y en la integración con el resto de sus compañeros, hace uso del lenguaje oral, aunque es algo impreciso y en ocasiones se apoya en los gestos para comunicarse con los demás.
Se parte de la idea de que la forma más enriquecedora de integrar al alumnado con TEA en un aula ordinaria es a través de la música, debido a la importancia que ésta posee como de medio de canalización y expresión de las emociones. La música proporciona beneficios en todas las personas y muy especialmente en aquellas que presentan autismo.  El primer objetivo a conseguir con estos niños/as es la mejora de la expresión y de la comunicación.

Para leer la propuesta, pincha AQUÍ.

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