La técnica de la Tortuga va dirigida a fomentar el autocontrol de la conducta impulsiva. Su autora Marlene Schneider Arthur Robin.
Hasta el momento las técnicas más usadas, estaban basadas en el uso sistematizado de premios y castigos con características de control externo, este modelo nos sugiere autocontrol interno. Plantea la enseñanza al niño, con el fin de que aprenda a controlar sus propias conductas disruptivas con ligera ayuda externa. El aprendizaje tiene como objetivo, enseñar a expresar y ejecutar sus necesidades de una forma apropiada.
Puede ser utilizada con niños a partir de 4 años en Educación Infantil y primer ciclo de Educación Primaria.
El aprendizaje se programa en 4 fases:
2. Tras tomar conciencia de ello, el niño comienza un proceso de relajación, previamente enseñado. El niño a través de la relajación puede reducir su nivel de ansiedad y sus respuestas.
3. La fase tercera pretende conseguir la generalización en la utilización de la posición de tortuga y la relajación a diferentes contextos y situaciones..
4. Último paso, enseñar al niño a utilizar técnicas de solución de problemas para evaluar las distintas alternativas para manejar la situación que le ha llevado a hacer la tortuga.
En cuanto a los resultados de la técnica, decir que su autora ha publicado dos trabajos Scheneider (1974) y Robin, Schneider y Dolnic (1976) y que es recomendada en programas de educación especial.
Nosotros la aconsejamos y creemos que bien estructurada y programada tiene resultados positivos, no solo se puede aplicar en el aula, se puede trasladar a todos los contextos del niño. Siempre hemos de tener en cuenta las características del niño, la familia y el entorno donde la vamos a poner en marcha y controlar la implicación de todos los participantes.
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