En este apartado, nos podemos encontrar con diferentes problemas en la conducta alimentaria por lo que sería difícil abordarlos uno a uno sin datos específicos.
Por eso he optado por indicar unas pautas generales a la hora de llevar a cabo en el momento de la comida.
• Los momentos de la comida han de ser momentos agradables y libres de ansiedad. Forzar al niño a comer es un error ya que asociará el momento de la comida con algo traumático para él. Al empezar el programa, el nivel de exigencia será mínimo o prácticamente inexistente.
• El adulto debe dirigir la situación siempre en estado de tranquilidad para generar la confianza del niño. Los niños perciben la ansiedad del adulto y reaccionan ante ella con oposición y desafío.
• Entorno controlado. Tienes que darle de comer en un sitio tranquilo. Fuera la tv y cualquier otro ruido. Fuera juguetes que llamen su atención. Si es posible que no estén más que el adulto y el niño en ese momento. La ubicación del niño en la mesa es también importante. Si el niño es movido y tiende a levantarse de la mesa constantemente, es preciso que al principio se sitúe en una esquina de la mesa en la que a un lado esté la pared y al otro el adulto para que no pueda “escaparse” fácilmente. Si ya tiene una actitud negativa de por sí, cambiarle el entorno, por ejemplo si le das d comer en la cocina, hazlo ahora en el salón.
• Priorizar objetivos. No mezclarlos. Empezar por lo básico, que coma…ya luego enseñaremos a usar cubiertos y demás.
• Termina siempre la comida enseñándole el plato vacio al niño y entonces déjalo ir. Que asocie que primero hay que acabar lo que hay en el plato para luego ser “libre”. Si es necesario, quita comida del plato sin que se de cuenta pero que vea que el plato queda vacio.
• Poner siempre en el plato la cantidad de comida que sabes que es capaz de ingerir. Por ejemplo yo me he dado cuenta de que pablo come 5 cucharadas de pure, ya a la sexta se pone a llorar…Pues lo que estoy haciendo es ponerle solo 5 cucharadas en el plato…Es poquísimo lo se, pero es fundamental no forzar al principio del programa y sobre todo que el vea el plato vacio. En un par d días le pondré 6 cucharadas y asi poco a poco.
• Evitar que tenga acceso a sus alimentos favoritos antes de comer. Nada de picar entre horas, por muy burrito que se ponga.
• Intentar engañar al niño mezclando comidas. No camufles alimentos que no le gustan entre los que si le gustan. No son tontos jajaja y eso lo único que hará será crear más desconfianza.
• Presentar la misma comida una y otra vez en distintos momentos del día y en días sucesivos hasta que la acepte. No es buena idea porque se acaba convirtiendo en una especie de batalla muy difícil de ganar.
• Poner en el plato mas cantidad de comidad de la que sabemos que comerá.
• En cada comida presentar alimentos nuevos para descubrir cual acepta y cual no. Lo que hay que hacer es elegir alimentos con textura muy parecida a los pocos que acepte.
• Forzar físicamente al niño.
Situaciones que se suelen dar y soluciones
• Rechaza todos los alimentos sólidos: Hay dos vías de actuación 1)Ir presentando poco a poco los purés o papillas con una textura mas solida. El cambio ha de ser mínimo, muy gradualmente. Si aun así lo rechaza, tener a mano un plato con su puré de siempre super triturado. A medida que vaya aceptando mas espeso siempre tener por si acaso un puré con la textura anterior por si rechaza el cambio. Se debe finalizar el proceso por machacar los alimentos con tenedor, o sea sin batidora ni nada por el estilo. Una vez superemos este largo camino, debemos ir mezclando trozos muy pequeños sólidos con este machacado de comida. 2) Introducir directamente pequeñas cantidades de alimentos sólidos aunque de textura blanda . Si solo se come un trozo minúsculo de tortilla, pues habrá sido un gran paso, poco a poco y ser insistentes. Siempre reforzar verbalmente con un “muy bien!!, así se hace!!! Bravo!!!!” Una vez el niño acepte el trocito de alimento, ir aumentando la cantidad.
• No acepta comidas nuevas: El principio básico es la introducción progresiva que comenté en el apartado anterior, pero con estas otras cosas: Elegir una sola comida del día para llevar a cabo el programa, por ejemplo, la cena. Todos los días presentar en la cena una pequeña cantidad del alimento seguido de su comida favorita, en el caso de Pablo, en la cena lo que toma es bibe de leche…Ignorar conductas como la de escupir la comida, haz como que lo ha comido y a continuación ofrécele su comida favorita. Se estará produciendo un proceso de desensibilización a la textura, olor y sabor de los alimentos nuevos. Prueba durante una semana con el mismo alimento aunque lo escupa todos los días, al cabo de la semana, cambiarlo.
• Se levanta de la mesa constantemente y hay que seguirlo por toda la casa con la cuchara para lograr que coma: Controla con un reloj cuanto tiempo es capaz de estar sentado por ejemplo viendo sus dibujos favoritos, o jugando a algo que le guste mucho. Si el tiempo que lo hace por decirte algo son 15 minutos, no debe permanecer en la mesa para comer mas de 15 minutos. El objetivo al principio no es que coma cantidad sino que cambie de hábitos, por eso no importa que coma muy poquita cantidad.
• Mantener la comida en la boca sin tragar: En caso de que la comida sea triturada, para ayudar a tragarla podemos darle una cucharadita de zumo de naranja o de limón azucarado, que ayuda a provocar el reflejo de deglución.
Cuando el alimento que mantiene en la boca es sólido, proceder ofreciendo un alimento que le guste mucho y tenga que masticar. Este alimento deberemos ir retirándolo paulatinamente, tanto en frecuencia (dándoselo de forma más espaciada) como en cantidad (trozos cada vez más pequeños), con el fin de que no se habitúe a comer únicamente con estos refuerzos.
Cuando el alimento que mantiene en la boca es sólido, proceder ofreciendo un alimento que le guste mucho y tenga que masticar. Este alimento deberemos ir retirándolo paulatinamente, tanto en frecuencia (dándoselo de forma más espaciada) como en cantidad (trozos cada vez más pequeños), con el fin de que no se habitúe a comer únicamente con estos refuerzos.
• Tragar sin masticar: Este hábito, si se mantiene en el tiempo, puede dar lugar a problemas digestivos, por lo que es importante reeducarlo. El primer paso hacia la masticación es morder. Para ello, le daremos alimentos que le gusten, con forma alargada, introduciendo una parte en su boca que tenga que morder para partir. Deben ser alimentos con una consistencia algo rígida. Cuando aprenda a morder, pasamos al procedimiento de masticar. Para ello, introducimos en su boca, en la zona de las muelas, alimentos crujientes que le gusten en pequeñas cantidades (patatas fritas, cereales…). También podemos introducir en la zona molar tiras de alimento que sujetaremos mientras la persona hace el movimiento de masticar.
• Llanto permanente: Cuando aparecen crisis de llanto, es conveniente seguir dando de comer, despacio y en pequeñas cantidades. No es recomendable emplear el tiempo fuera, ya que podemos crear confusión (el niño no espera tener que continuar con la comida al terminar de llorar ) y además puede aprender que el llanto es una estrategia para salir del comedor y finalizar una situación que le genera ansiedad.
Para aliviar esta ansiedad, podemos permitir que el niño/ a tenga algún pequeño juguete que le guste, o cantarle canciones que le relajen.
Para aliviar esta ansiedad, podemos permitir que el niño/ a tenga algún pequeño juguete que le guste, o cantarle canciones que le relajen.
Muchos niños y niñas con TEA presentan serios problemas de alimentación en algún momento de su vida, generalmente relacionados con la hiperselectividad alimenticia, es decir, tolerar únicamente ciertos alimentos preparados y/ o presentados de una forma muy concreta.
Cuando nos encontramos ante esta circunstancia es necesario comenzar una intervención en la conducta alimenticia que permita ampliar el repertorio de alimentos que la persona toma o variar la textura y consistencia de los mismos.
En el libro “El Niño Pequeño con Autismo” podemos encontrar un capítulo muy interesante en el que se describen muy bien los pasos a dar en los casos de rechazo a texturas diferentes (normalmente niños que sólo comen purés).
A continuación voy a presentaros un resumen del mismo que espero resulte de utilidad:
1. Presentar las comidas favoritas con sus presentaciones habituales (con el objetivo de generar un hábito de comida en un determinado contexto)
2. Introducir alimentos de igual textura con sabor ligeramente diferente
3. Cambiar las texturas (espesar los purés)
4. Añadir a los purés espesos trocitos de alimentos sólidos.
5. Aumentar progresivamente de la cantidad de sólidos en los purés.
6. Presentar las comidas trituradas con tenedor o masticador.
7. Añadir progresivamente trozos pequeños de comida sólida a las comidas trituradas..
8. Introducir alimentos sólidos de su agrado (como patatas fritas) en diferentes comidas del día.
9. Introducir segundos platos de texturas blanditas (tortillas…).
10. Aumentar la variedad de texturas y sabores.
Algunos aspectos a considerar para tener éxito en estas intervenciones son los siguientes:
1. Presentar de forma visual al niño/ a lo que tiene que comer ese día.
2. Ofrecer un postre muy apetecible.
3. Presentar sólo la cantidad de comida que vamos a exigir que coma ( comenzar con cantidades pequeñas)
4. Reforzar socialmente la conducta o el intento de comer.
5. Tomar las comidas en pequeñas cantidades.
6. Mantener al niño limpio y seco.
7. Esperar a que trague antes de dar otro bocado.
8. Tener agua a su alcance.
9. No mezclar la comida.