MARÍA MONTESSORI. IDEAS GENERALES SOBRE EL MÉTODO
María
Montessori, médico psiquiatra, trabajó en el mundo de la educación de
niños en edad preescolar, dotando a ésta de un rigor y método que llegó a
denominarse "pedagogía científica".
Este método
pedagógico, que desarrolló en 1909, se basaba en el absoluto respeto a
las necesidades del niño. Otorgando a éste la libertad necesaria para
que se produzca su desarrollo en las condiciones más naturales y óptimas
posibles, a la vez que se fomentan su disciplina y sus valores
ético-morales.
La
aplicación del método llevó a grandes éxitos en el campo de la educación
y aún hoy nos resulta un enfoque pedagógico novedoso y necesario, a
pesar de haber transcurrido un siglo ya desde su creación. Lo realmente
incomprensible es que en 100 años no hayamos tenido la oportunidad de
aplicar a nuestro sistema educativo más de lo que esta sabia y
visionaria mujer intentó transmitirnos.
" La
única acción eficaz en esa época (de los tres a los seis años) será la
que tiende a ayudar al completo desarrollo de la vida. Por eso es
preferible evitar rigurosamente el detener los movimientos espontáneos y
renunciar a nuestra costumbre de obligar a los niños a realizar actos
por la imposición de la propia voluntad; a menos que se trate de actos
inútiles y perjudiciales" (Montessori, 1909).
En
este sistema pedagógico se insiste en la importancia de conocer bien
las diferentes etapas del desarrollo del niño y los llamados "períodos
sensitivos" (momentos en los que el niño está especialmente predispuesto
por su desarrollo cerebral para determinados aprendizajes). La
pedagogía y la educación se adaptan a estos períodos, se adaptan al niño
en lugar de ocurrir lo contrario, que exijamos al niño adaptarse al
sistema.
"Cuando
el niño hace ejercicios según la necesidad de su presente sensitivo,
progresa y alcanza grados de perfección que son inimitables en otros
momentos de la vida, y en lugar de fatigarse aumenta su propio vigor y
gusta de la alegría que procede de satisfacer una necesidad real de la
vida."
Hoy vemos
muchos problemas de conducta y dificultades de aprendizaje por nuestra
imposición de un sistema forzado a todos los niños por igual, sin tener
en cuenta sus diferencias individuales y lo que es peor e imperdonable,
sin tener en cuenta las necesidades dadas por su momento evolutivo
dentro del aprendizaje.
El
aula Montessori es una novedad en sí misma pues desaparece de ella el
banco sobre el que debían estar sentados e inmóviles los niños
escuchando a su profesora. El ambiente se adapta al niño activo,
transformándose en una auténtica "Casa de niños" donde éstos se
desenvuelven en tareas cotidianas e intelectuales, entre un mobiliario
adaptado a su tamaño, a su fuerza y a sus posibilidades y necesidades.
El niño se mueve con total libertad ("la libertad del niño debe tener como límite el interés colectivo")
descubriendo su entorno, formando su autodisciplina, su independencia y
desarrollando su inteligencia. El educador tiene la misión de ayudar al
niño en este descubrimiento personal para lo cual organizará el
espacio, el ambiente y el material en función del interés del niño y de
lo que éste deba aprender en el momento evolutivo en el que se
encuentre.
"Se
podría resumir el método Montessori diciendo que es un método basado en
un principio de libertad en un medio preparado." (Standing, 1974).
Fue muy
novedoso el material diseñado para lograr estos fines. Un material de
carácter principalmente sensorial, que desarrolla la inteligencia del
niño a través de los sentidos, como corresponde al aprendizaje natural
de los niños de tres a seis años.
El
material invita al niño a moverse, a tocar, a experimentar, encajar,
medir, pesar, ver, escuchar, oler, degustar… Motiva al niño a repetir
una actividad hasta completarla con éxito observando y clasificando
objetos, encontrando semejanzas o las más sutiles diferencias. Siempre
en un ambiente lúdico pero a la vez silencioso, ordenado y muy
respetuoso con sus compañeros.
Una
importante cualidad de este material es su carácter autocorrectivo. El
profesor se limita a mediar de forma indirecta en la actividad del niño,
asegurándose de que éste sepa lo que debe hacer, pero sin interferir en
su aprendizaje, el cual se produce cuando el niño es consciente de sus
errores y a través de la repetición del ejercicio consigue corregirse a
sí mismo. "Es preciso que el niño se perfeccione por sí mismo a costa de su propio trabajo."
"El
niño debe ser ayudado a actuar y a expresarse, pero no debe el adulto
actuar en su lugar sin una necesidad absoluta. Cada vez que el adulto
ayuda al niño sin necesidad, obstaculiza su expansión y, consecuencia
grave de un error de tratamiento en apariencia tan ligero e
insignificante, detiene o desvía en algún detalle el desenvolvimiento
infantil."
Con
el método Montessori los niños entran en la educación primaria con
conocimientos precisos y afianzados en las áreas del lenguaje, la
lectura, la preescritura, la música, la aritmética, la geometría…
habiendo desarrollado sus habilidades motrices gruesas y finas. Habrán
aprendido además a controlar sus impulsos, a mantener el silencio,
cuidar el material y el entorno. A relacionarse y comportarse
adecuadamente.
"Las
tendencias que llamamos "malas" en los niños pequeños de tres a seis
años de edad, son a veces sencillamente las que "nos molestan" a los
adultos, cuando, no comprendiendo sus necesidades, les evitamos cada
movimiento, cada tentativa para guiarse a sí mismos en la
experimentación del mundo que les rodea (tocando las cosas, etc.). El
niño, sin embargo, junto con estas naturales tendencias tiene
inclinación a coordinar sus movimientos y a recoger impresiones,
especialmente sensaciones táctiles, todo lo cual si se coarta, produce
en él rebeldía, y esta rebeldía es lo que calificamos de maldad y
travesura."
"Tengamos
paciencia con sus lentos y pequeños progresos; mostremos entusiasmo y
alegría con sus éxitos. Si podemos llegar a decir: Somos respetuosos y
corteses en nuestro proceder con los niños, los tratamos como
quisiéramos ser tratados nosotros mismos, entonces estamos seguros de
que dominamos un gran principio educativo e indudablemente damos un
ejemplo de buena educación."
Los
conocimientos impartidos a estos niños de educación infantil sentarán
unas fuertes bases para el aprendizaje formal en la educación primaria.
Es la falta de estas bases lo que conduce al fracaso de muchos niños a
partir de los seis años. Éste es el mismo concepto que se sigue en la
estimulación temprana: aprovechar el momento en el que el niño está más
abierto a la adquisición de hábitos, habilidades y conocimientos que
servirán de sólidas y necesarias herramientas para el aprendizaje y
éxitos escolares futuros.
Para
acabar, María Montessori nos recuerda que una educación que respeta y
cultiva la actividad interior del niño y sus necesidades de aprendizaje,
no debe limitarse a la escuela ni a los maestros, sino que es una
cuestión que concierne también a la familia y a toda la sociedad.