Cuando
se habla de masturbación infantil, nos referimos a la estimulación de sus
propios genitales para obtener placer y satisfacción. Así encontramos que los
niños preescolares (de 2 a 6 años) se manipulan los genitales y de esta manera
obtienen placer y sensaciones agradables.
Esta
conducta se puede presentar incluso en los lactantes (menores de dos años),
cuando al quitarles el pañal, buscan tocarse los genitales, primero como parte
de la exploración de su propio cuerpo y luego al obtener placer repiten la
conducta.
Cuáles son las causas de la masturbación infantil
Primeramente
debemos dejar claro que la masturbación es un acto completamente normal de muchos niños en edad preescolar, de
acuerdo a trabajos de investigación se presenta en un tercio de todos los
preescolares.
La
masturbación hasta ahora no tiene una causa médica u orgánica que la explique,
algunos niños se masturban cuando están aburridos o insatisfechos por algún
motivo (falta de juguetes, chupete, sueño, cansancio). En la mayoría de los
casos forma parte de su desarrollo evolutivo, del descubrimiento de su propio
cuerpo y de nuevas sensaciones agradables.
Cómo se presenta la masturbación infantil
La
masturbación es algo más que la inspección que hacen los niños de sus genitales
al bañarse, consiste en frotarse en forma rítmica el área genital, bien sea con
sus propias manos o contra objetos (muñecos, peluches, brazos de sillones y
pupitres), pueden mover todo el cuerpo, extender y flexionar las piernas.
Puede
ocurrir en cualquier ambiente y hasta delante de otras personas.
La
frecuencia con que un niño se masturba puede variar desde varias veces al día
(cuando recién descubre el placer) hasta una vez a la semana. Hacia los 5-6
años generalmente disminuye la frecuencia, lo hace de forma más reservada y
tiende a desaparecer. Mas tarde en la adolescencia se vuelve casi universal
debido a los cambios hormonales y a la aparición del deseo sexual.
Qué consecuencias trae consigo la masturbación infantil
La
masturbación no causa ningún daño psicológico o físico al niño, salvo que se
presente en una frecuencia muy alta y ocasione irritación del área genital con
inflamación y prurito. Asimismo pudiera interferir con las actividades
académicas propias de la primera infancia y disminuir el rendimiento del pequeño
en la escuela.
Cuando
la masturbación se presenta en una frecuencia alta, en cualquier lugar y
momento, y sobre todo si lleva consigo escenas explícitas de sexo e involucra a
otros niños, podríamos estar en presencia de una víctima de abuso sexual por parte
de un adulto o de un niño de mayor edad.
La
práctica de la masturbación no va a ocasionar que el pequeño sea un promiscuo,
que despierte prematuramente al deseo sexual o que tenga dificultades en la
identidad de género (masculino o femenino).
Ahora
bien, si los adultos (padres, tutores, cuidadores o maestros) reaccionan en
forma exagerada e inadecuada ante esta conducta y la hacen aparecer como algo
sucio o perverso, y recurren al castigo para tratar de extinguirla, le pueden
ocasionar daño emocional al niño, tales como sentimientos de culpa y complejos
sexuales, además de esta manera lo que hacen es reforzar y fijar esta conducta
en el tiempo.
Consejos ante la práctica de la masturbación infantil
Los
padres deben tener claro que la masturbación en preescolares es un acto normal,
que casi todos los pequeños más tarde o más temprano lo van a hacer, y que una
vez que descubren el placer que le ocasiona no hay que esperar que dejen de
hacerlo de forma inmediata.
- Acepta la masturbación como parte del desarrollo evolutivo de tu hijo, como una conducta que aprendió y que le gusta.
- Controla el lugar donde lo hace, permítele que la practique en su habitación o en el baño, y explícale que eso es un acto privado y que no lo debe realizar ante otras personas.
- No te conviertas en su espía, ya que los pequeños se dan cuenta que lo tienes vigilado.
- Cuando lo sorprendas masturbándose trata de distraerlo con algún juguete o actividad de su interés.
- Involúcrate en sus juegos y participa con él de los paseos y actividades.
- Aumenta el contacto físico con tu hijo y las manifestaciones físicas de afecto para con él.
- No trates de eliminar la masturbación aplicando castigos físicos ni reprimendas, ya que sólo conseguirás que la conducta se fije en el tiempo.
- Comparte la información con la maestra del niño y trata que el enfoque sea el mismo.
- Si sientes que no puedes manejar la situación, que te provoca un alto grado de ansiedad y preocupación o si sospechas que la conducta se aparta de la normalidad, no dudes en consultar con tu pediatra.
Eduardo R.