El número de separaciones en nuestro país ha aumentado exponencialmente a lo largo de los últimos años. Ello supone que algunas familias han sufrido cambios en su estructura básica con la pérdida de alguna de sus figuras y la incorporación de otras.
La rotura de los lazos afectivos es siempre doloroso y se vive con cierta angustia por parte de la pareja que ha compartido parte de su vida y que ahora ve roto el proyecto común. Pese a ello, las principales víctimas de todo proceso de ruptura son los hijos, en especial, los más pequeños.
Por eso, compartimos una guía con una serie de orientaciones para acompañar a nuestros hijos en el proceso de separación parental.