DOCUMENTALES BABY HUMAN SOBRE EL DESARROLLO DEL BEBÉ HUMANO EN LO QUE RESPECTA A: caminar, pensar, relacionarse, sentir y hablar.
Baby Human-caminar
De todas las criaturas del reino animal, hay una que tarda más que las otras en madurar, en desarrollarse: el "bebé humano".
Los primeros 18 meses son un viaje lleno de experimentos incesantes, de exploración y de alegría. Sentarse, gatear y finalmente sostenerse de pie; dominando los movimientos en cada etapa y en cada entorno.
Baby Human-sentir
De todas las criaturas del reino animal, sólo una tiene la capacidad de expresar una amplia gama de sentimos: el "bebé humano".
De todas las criaturas del reino animal, sólo una tiene la capacidad de expresar una amplia gama de sentimos: el "bebé humano".
Los dos primeros años de vida son como una montaña rusa de emociones: sorpresa, frustración, ira, alegría...y má
s tarde otras más complejas como el orgullo y la vergüenza.
La investigación muestra que cómo se enfrenten a estas emociones, depende mucho del temperamento con el que nazcan y de la gente que esté allí para guiarles a lo largo del camino.
La investigación muestra que cómo se enfrenten a estas emociones, depende mucho del temperamento con el que nazcan y de la gente que esté allí para guiarles a lo largo del camino.
Como todas las criaturas del reino animal, el "bebé humano" llega a un mundo de interacción social.
Los primeros afectos, sientas las bases de las futuras relaciones, desde la amistad, hasta la intimidad del amor. Pero para integrarse en el mundo social, deben cumplir una serie de requisitos: compartir vínculos emocionales, la cooperación, desarrollar un sentido de la individualidad y aprender a ser varón o hembra.
De todas las criaturas del reino animal, sólo una tiene la capacidad de comunicarse mediante la palabra: el "bebé humano", nacido para hablar.
Los primeros dos años son un viaje llenos de exploración y alegría. Pero incluso antes de poder pronunciar una palabra, el bebé ya se entretiene con sus experimentos de comunicación: ruidos, balbuceos, gestos, escuchar e imitar... hasta que al fin dominen la capacidad de articular palabras completas.
De todas las criaturas del reino animal, hay una que tarda más que las otras en madurar, en desarrollarse: el "bebé humano". Pero investigaciones recientes muestran que el viaje para entender el mundo que les rodea comienza antes de lo que pensamos. Nace con la capacidad de pensar, razonar, observar y buscar la verdad.
A lo largo del camino aprende sobre números, objetos, causa y efecto e intenciones humanas. Operan como científicos intuitivos y se enfrentan a cuestiones filosóficas profundas.