Técnicas de relajación para niños

Sara Tarrés Corominas escribe en el blog de Mi mamá es psicóloga infantil sobre las técnicas de relajación y porqué los niños también necesitan ponerlas en práctica para relajarse.

Tanto adultos como niños, vivimos a un ritmo acelerado. En el caso de ellos, escuela, tareas para casa, actividades extraescolares, horarios, problemas que puedan tener con amigos o en el cole...Ellos también se estresan.

"Estas preocupaciones, a pesar de que nosotros intentemos minimizarlas pensando que sólo son nimiedades o chiquilladas, las podemos ver reflejadas en su comportamiento:malhumor, ansiedad, tristeza, hiperactividad... Por eso es bueno que de vez en cuando pongamos en práctica con ellos algunas técnicas de relajación para niños"señala Sara Tarrés.

"Enseñarles estas técnicas para que aprendan a relajarse y tranquilizarse permitirá que en un futuro sepan cómo utilizarlas para disminuir tensiones y reaccionar serenamente ante situaciones de estrés."

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Algunas técnicas de relajación para niños a partir de 5 años:

Presento 7 técnicas de relajación que podemos utilizar con nuestros hijos a partir de los 5 años. 

Consideraciones previas:
  • Es importante que cuando realicemos estos ejercicios nosotros estemos tranquilos, ya que fácilmente podemos transmitirles nuestras sensaciones de estrés, malestar o agobio a nuestros hijos y precisamente queremos todo lo contrario, que se relajen y calmen.
  • Cada niño es diferente y tendremos que adaptarnos a él, hay niños que enseguida se relajan mientras que otros necesitan mucho más tiempo. Tener en cuentas las características individuales a de nuestros hijos es fundamental para lograr realizar correctamente los ejercicios de relajación.
  • Si el niño no desea realizar alguno de estos ejercicios, nunca le obligaremos, no tienen la obligación de hacerlos. Sencillamente intentaremos que estén motivados y predispuestos sin presionarles.

1. Contracción-distensión: 

Técnica que consiste en contraer un músculo o un grupo de músculos durante unos segundos para luego aflojar la contracción progresivamente. Esta contracción máxima permite sentir la distensión del grupo muscular objeto del ejercicio.

2. Balanceo:

Técnica que consiste en imitar el movimiento de un balancín, de un columpio. Se trata de realizar un movimiento de vaivén de delante hacia atrás, o de derecha a izquierda. La parte del cuerpo que se está relajando (por ejemplo, un brazo, una pierna, la cabeza) debe estar distendida y blanda.

3. Estiramiento-relajación: 

Consiste en estirar progresivamente una parte de cuerpo, alargándola lo más posible. Debe mantenerse esa postura durante unos segundos y luego aflojar suavemente esa parte del cuerpo. Es importante aflojarla con suavidad, dejándola caer resbalando, sin que golpee. Después, se balancea ligeramente esa parte del cuerpo.

4. Respiración profunda:


La respiración profunda ayuda a relajar a los niños, ya que disminuye la tasa de respiración, la frecuencia cardíaca y la presión arterial.  Se trata de una técnica muy sencilla que consiste en realizar respiraciones profundas con una mínima pausa entre inhalación y exhalación, ampliando el abdomen y no el pecho. Es recomendable que el niño la realice acostado o sentado.

5. La risa:


La risa nos hace rejuvenecer y sentir mejor, al tiempo que ejercita los músculos faciales. Debemos darle a nuestros hijos razones para que se rían y den positividad a sus vidas.

6. Visualización:

Imaginarnos lo que nos gusta nos hace sentirnos más relajados. Con los ojos cerrados, el niño imaginará sus sueños, lo que lo hará sentirse más relajado y feliz. 

7. Música


La música puede ser un potente relajante del niño, sobre todo antes de dormir. Debemos buscar que sea música suave, que disminuya el ritmo de los latidos del corazón. Puede ser música clásica, instrumental. Lo más importante es permitir que el pequeño elija su música favorita, que lo ayudará a relajarse y distraerse de sus preocupaciones


Beneficios de las técnicas de relajación

  • Disminuye el estrés muscular, mental y emocional.
  • Ayuda a aumentar la confianza en uno mismo.
  • Favorece la concentración y los procesos de memoria, por lo que contribuye a un mejor aprendizaje.
  • Permite que entremos en un estado de bienestar y tranquilidad para empezar con la actividad siguiente.
  • Canaliza de forma positiva la energía rebosante de nuestros pequeños.
  • Disminuye la angustia, la ansiedad y las consecuencias derivadas de ésta como pueden ser tics nerviosos o tartamudeo.
  • Mejora la calidad del sueño. Nuestros hijos dormirán más y mejor, permitiendo un sueño realmente reparador.
  • Reduce las crisis asmáticas en niños con este problema respiratorio.


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