¿Qué sientes cuándo estás con una persona que tiene alguna dificultad física o psíquica? ¿Cómo actúas? ¿Necesitas más información sobre sus capacidades para entenderle mejor? ¿Te sientes seguro/a de ti mismo/a al interactuar con él/ella? ¿Te haces las mismas preguntas cuando estás ante una persona que no tiene las mismas dificultades? Y os preguntaréis, ¿el post no trataba sobre ayudar a los niños a relacionarse con otros que pudieran tener alguna dificultad en su desarrollo?
Pues sí, todo está relacionado.
Responder a estas preguntas nos ayuda a comprender mejor cómo nos percibimos ante las personas con alguna alteración y cómo les entendemos. Ahora bien, estaréis conmigo que al responderlas tenéis que hacer memoria de las situaciones que habéis compartido con ellos, de vuestra formación y profesión… y de una época esencial en nuestras vidas: la infancia. En ella aprendimos a relacionarnos con los demás, resolvimos dudas sobre las diferencias entre las personas preguntando a los adultos que teníamos cerca y, sobre todo,nos tuvimos que enfrentar a los prejuicios y opiniones de los demás, o incluso absorberlos sin cuestionarlos demasiado.
Por ello, tenemos que valorar la etapa en la que están nuestros peques y todas aquellas experiencias que viven y vivirán en ella. Y nosotros vamos a tener un papel fundamental en los aprendizajes con los que se quedarán de cada una de esas experiencias.
Las dudas sobre cómo explicar y educar a los niños para que se relacionen con los demás son normales. No queremos que pegue a sus compañeros, pero que tampoco le hagan daño a él/ella; no nos gusta que grite, que no haga caso, ni que no respete a los profes o a sus compañeros. Pero, ¿qué queremos que haga cuando conoce a otro niño que tiene alguna dificultad diferente, o que es más notable, a la del resto de sus compañeros?
Muchas veces pasamos por alto prepararles para esas situaciones; a no ser que ya la tengamos delante y nuestro peque comparta momentos con algún niño al que le etiquetan como “especial”. Y debido a la cultura que nos rodea, intentamos explicarle que con ese niño o niña debe comportarse de forma “especial”. Al menos, esa es la experiencia que yo he tenido en los coles cuando tenía niños con alguna alteración del desarrollo compartiendo psicomotricidad con sus compañeros.
No me parece mal que se les diga a los niños que hay personas diferentes a ellos y que hay que tratarles de forma distinta. Pero, antes de nada, deberíamos escuchar lo que nos tienen que decir nuestros peques, ya que, es muy posible que nos pregunten por lo que le ha pasado a un niño o niña, y no tanto por cómo debe comportarse con él/ella. Me gustaría daros algunos consejos que van a ser útiles tanto para nosotros, los adultos, como para los niños:
- Dejar que pase tiempo de juego a solas (sin otros niños) con otro peque que tenga alguna dificultad diferente a la que pueda tener el nuestro. Si le observamos, veremos que ambos van a saber cómo establecer una relación, y nuestro peque se irá dando cuenta qué le pasa al otro niño, en qué le puede ayudar, o cómo se pueden divertir juntos.
- Evitar decirles que “ese niño es como si fuera más pequeño y hay que cuidarle”. De esta forma, estamos haciendo que le sobreproteja y que no le trate como a un niño más de su clase, de su grupo de amigos…
- Involucrar al niño con alteraciones del desarrollo en los juegos, dinámicas y actividades del resto de niños a través de captar su atención y hacerle partícipe. Es importante para todos los niños sentirse escuchado y valorado.
- Explicar a través de ejemplos prácticos que todos somos diferentes y que las etiquetas no son buenas. Por ejemplo, en Fluff trabajamos este aspecto con el muñeco Gamberro. ¿Qué es un niño gamberro? No debe ser entendido y etiquetado como malo, agresivo o imposible. Todo comportamiento tiene una causa y hay que saber entender porqué se comporta así (miedo al rechazo, aprendizaje…). Por lo que un Gamberro, no tiene que ser una etiqueta, ¿por qué no una gamba-perro feliz? Todos tenemos alguna dificultad, pero hay que saber comprenderla y solventarla, pero no etiquetarla.