Recientemente he adquirido la baraja WEEBER
de LAS EMOCIONES de Hop’Toys para trabajarlas con “mis chicos” y he de
decir que me ha encantado y, lo más importante, a ellos también. Y esto supone un punto a mi
favor pues, antes de empezar, ya cuento con su interés y, por lo tanto, su atención.
Según Rafael
Bisquerra, “las emociones se generan como respuesta a un acontecimiento externo o
interno”.
Tienen una función adaptativa de nuestro organismo a
lo que nos rodea.
Con apenas unos meses de vida, adquirimos emociones
básicas como la alegría, el enfado o
el miedo. Estas, se van haciendo más
complejas gracias al lenguaje, ya que usamos símbolos, signos y significados.
Cada persona va a experimentar una misma emoción de
una forma particular, dependiendo de las experiencias anteriores, los
aprendizajes y la situación en sí.
Como podemos ver, no se trata de un tema sencillo. De ahí la necesidad de
trabajar las emociones, así como la inteligencia emocional como base de las
competencias emocionales.
Paul Ekman estableció seis tipos de emociones básicas: felicidad, tristeza, miedo, asco, sorpresa
y cólera (enfado), las cuales son esenciales para construir el resto de
emociones complejas, que Ekman denominó “emociones universales”, que somos
capaces de sentir, como por ejemplo: diversión,
desprecio, vergüenza, emoción, culpa, timidez…
Generalmente solemos dar por hecho que las personas
son capaces de reconocer sin problema una cara alegre, triste, enfadada… y que por
consiguiente, entienden lo que eso
significa y conlleva. Sin embargo, esto no siempre es así. Un claro ejemplo de
ellos son las personas que presentan Trastorno
del Espectro Autista. “Estas suelen tener dificultades para reconocer
sus propias emociones y controlarlas, al igual que las de los demás, debido a la manera en cómo analizan sus rostros y
expresiones. Suelen mirar menos o casi nada a los ojos, y más a la boca. De ahí
la necesidad de trabajar el desarrollo afectivo y emocional, y si lo hacemos de
forma divertida, mejor.”(Hop’Toys)
Un
estupendo material con el que podemos hacerlo es el WEBBER- EMOCIONES, de Hop’Toys,
“un juego de carta de 28 parejas de fotografías variadas, tipo memory, en las
que se muestran 7 emociones: felicidad, tristeza, miedo, sorpresa, cansancio,
duda y enfado. Cada emoción está representada varias veces para poder trabajar
profundamente cada concepto.”
Además, le han añadido una dificultad, y es que
todas las personas que aparecen en ellas van vestidas con camisetas del mismo
color, de manera que nos obliga a fijarnos en la cara y no en otros detalles
como los colores de la ropa, llevándonos así, a poner nuestra atención en la
expresión fácil.
Ideas de actividades:
*Se puede jugar al estilo del clásico memory, colocando las
cartas ordenadamente y boca abajo en la mesa tras haberlas mezclado bien, y por
turnos ir levantándolas de dos hasta encontrar las que son iguales y forman una
pareja de una determinada emoción.
*También
se puede jugar teniendo que buscar las emociones opuestas “felicidad-tristeza”,
de entre todas las cartas, complicando así el juego.
*Otra forma de jugar es
colocar el montón de cartas en el centro de la mesa, teniendo que coger cada
participante una y representarla a los demás sin decir absolutamente nada,
hasta que averigüen de qué emoción se trata.
DUDA:
*También podemos colocarlas boca arriba formando un círculo, y en el centro del mismo colocar una flecha o cualquier utensilio, por ejemplo un lápiz, que haga las funciones de ruleta, de manera que lo giramos, llegará un momento en el que pare y tendremos que adivinar cuál es la emoción que está señalando la punta del lápiz (y si se quiere complicar, los dos extremos del lápiz).
*Para la siguiente actividad, deberemos escribir en tarjetitas
el nombre de cada una de las emociones, repartir las cartas entre los
participantes, y estos deben colocarlas bajo el nombre que representen.
*La actividad anterior se puede ajustar a un nivel más bajo,
colocando directamente una carta que represente cada una de las emociones, y
serán el resto de cartas las que se deban colocar bajo la que corresponda.
*Otra idea sería dibujar en un papel "emoticonos" que
representen las distintas expresiones faciales y por lo tanto, las emociones, y
jugar de la misma forma, colocando las cartas que correspondan debajo, dando
así un mayor grado de abstracción a la representación de las emociones.
*Una actividad más compleja y que podremos realizar en niveles
superiores, sería adaptar, cualquiera de las formas anteriores de juego,
añadiendo lenguaje oral. Es decir, si me ha tocado la carta de la felicidad,
deberé expresar qué cosas me hacen feliz o me ponen alegre. Lo mismo si jugamos
al estilo memory localizando parejas de emociones. Cuando haya formado una
pareja, contaré qué situaciones provocan esa emoción en mí.
*Para un nivel más bajito, sacaremos una carta del montón,
identificaremos la emoción que representa, y cada uno en su nivel, intentará
dibujarla en un papel, copiando especialmente la expresión de la cara.
Como veis, son muchísimas las actividades que se
pueden realizar con esta baraja
de cartas de Hop’Toys. Solo tienes que dejar volar tu imaginación y
poneos manos a la obra. De este modo, estaréis contribuyendo al desarrollo
afectivo y emocional de los niños de una forma lúdica, diferente y con
actividades variadas, ya que, como todos sabemos, es importante ofrecerles
distintos juegos, distintas formas de trabajar un mismo contenido, a través de
varias actividades cortitas y motivadoras.
Autora: Olga Sierra Cuadrillero
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