La discalculia es un término que incluye varios problemas relacionados con el aprendizaje de las habilidades matemáticas. Se trata de dificultades específicas en el proceso del aprendizaje del cálculo.
De esta forma, podemos decir que la discalculia es un trastorno de aprendizaje asociado a las matemáticas, en el que se pueden presentar determinadas manifestaciones en la integración de los símbolos numéricos, dificultades relacionadas con el pensamiento operativo, en la clasificación, seriación, en la realización de operaciones y en la comprensión aritmética, entre otras dificultades propias de las matemáticas.
En las causas de este trastorno se descartan los problemas intelectuales, afectivos y pedagógicos. A continuación, veamos cómo afecta la discalculia en la primera infancia, a los niños en edad escolar, a los adolescentes y a los adultos.
La discalculia en la primera infancia
Los niños con discalculia pueden tener dificultades en cuanto al significado de los números, problemas en tareas como, por ejemplo, agrupar objetos por forma, color o tamaño, reconocer grupos y patrones, comparar objetos opuestos utilizando conceptos como grande/chico alto/bajo. Además, puede serles difícil el aprendizaje de contar y reconocer los números.
La discalculia en niños de edad escolar
Aquí, los niños pueden presentar inconvenientes en la resolución de problemas matemáticos básicos que requieran adiciones, sustracciones, multiplicaciones y divisiones, y también puede presentarse confusiones con las tablas y unidades de medidas.
Por otra parte, hay que saber que las dificultades matemáticas pueden surgir por problemas en las habilidades viso-espaciales, donde los niños pueden comprender los hechos matemáticos pero no pueden ponerlos u organizarlos en el papel. A su vez, las dificultades viso espaciales pueden generar problemas para comprender lo que esté en la pizarra o en el libro de matemáticas.
La discalculia en adolescentes y adultos
Los adolescentes y adultos que no tengan un buen conocimiento de las habilidades matemáticas básicas pueden tener dificultades en aplicaciones más avanzadas (ecuaciones, problemas complejos, etc.). Se pueden presentar problemas en las mismas operaciones como en la comprensión del vocabulario matemático.
¿Cómo saber si un niño tiene discalculia?
Los profesionales médicos son quienes determinan si una persona presenta discalculia o no. Esto lo hacen mediante una evaluación neuropsicológica que evalúa la naturaleza exacta de la dificultad (inconvenientes viso espaciales, problemas de procesamiento verbal, etc.). Y dependiendo los resultados de la evaluación, se ven los pasos a seguir.
Ahora bien, ¿Cuándo llevar a un niño a que se haga esta evaluación? En este sentido, si alguien se encuadra en las siguientes situaciones sería oportuno que se haga la evaluación:
- Buen desarrollo del lenguaje, lectura y escritura, pero problemas para aprender a contar y a resolver problemas matemáticos.
- Buena memoria para palabras escritas, pero dificultad para leer números o recordar secuencias numéricas.
- Buen desarrollo de conceptos matemáticos generales pero inconvenientes en la realización de cálculos específicos.
- Problemas para ordenar conceptos cronológicamente, dificultad para recordar hechos agendados, y problemas en la estimación de tamaños y alturas.
- Poco sentido de la dirección, se desorienta fácilmente y se confunde con los cambios de rutina.
- Pobre memoria a largo plazo de conceptos. Es decir, un día realizan una función matemática pero otro día son incapaces de recordar cómo se resuelve.
- Poca capacidad para estimar a grandes rasgos costos, o mesurar distancias temporales.
- Dificultad para jugar juegos estratégicos como el ajedrez