Las matemáticas son como un edificio que los niños van construyendo lentamente, se trata de una construcción que requiere estabilidad ya que varias plantas se van a ir levantando una sobre otra. Además, gracias a esta construcción los niños podrán realizar actividades tanto en su vida diaria como en otros campos del conocimiento, no es un edificio que no utilizarán, al contrario, les será muy útil.
Así pues, cuando trabajamos con niños de las primeras etapas desde los dos o tres años hasta los cinco o seis, tenemos que extremar la atención a las propuestas y actividades que les planteamos, ya que estamos poniendo las bases de los futuros conocimientos. Todos sabemos que si estamos hablando de los cimientos, hay que tener especial cuidado de darle suficiente robustez para que luego el edificio no se tambalee.
Y hablando de bases, para ir aprendiendo matemáticas, uno de los pilares básicos, sin duda alguna, es la lógica. El pensamiento lógico o la lógica, se da de manera natural en el ser humano. Ya de pequeños los niños ven un conjunto de objetos y toman uno, toman otro, los observan y los dejan. Pareciera que están haciendo una valoración de si son iguales o no; están trabajando la lógica. Más adelante, con tres o cuatro años nos plantean preguntas como quién es más grande que quien o quién corre más que quien, están comparando dos elementos por una cualidad.
Si estamos atentos, vemos como en múltiples situaciones cotidianas, podemos ir facilitando a los niños el trabajo con la lógica. Esto es muy importante, pero no suficiente. De la misma manera que nuestros niños realizan una actividad física por el beneficio que para la salud tiene, el trabajo con la lógica en las primeras edades es fundamental para el desarrollo mental. Los dos grandes pedagogos María Montessori y Z. P. Dienes, comprendieron la importancia de trabajar la lógica y elaboraron materiales manipulativos que han inspirado a otros muchos.
Veamos pues, cuáles son las ventajas de trabajar con materiales manipulativos:
Permiten recrear situaciones en las que los niños ejercitan las distintas capacidades lógicas que no son otras que la observación, las relaciones, la expresión oral, las estrategias, la investigación, el razonamiento, la generalización, etc.
Por su presentación en forma de reto o de juego, son materiales que invitan a trabajar
El material provoca el diálogo entre el educador y el niño. Gracias a él, se pueden elaborar