Lo primero que los padres deben obtener es un diagnóstico de un psicólogo buscando principalmente su valoración, pues basado en ello se determina qué es lo se debe trabajar en el niño.
Aún cuando a simple vista es evidente el cuadro del autismo, no es posible, a través de una corta observación, determinar la forma de intervención.
Busque el apoyo de otros padres y principalmente, cuide su estado emocional y el de su pareja, pues su hijo los necesita a ambos. Por lo general, los hombres tardan más en asimilar la situación de sus hijos y es un período de dolor normal que puede prolongarse por meses y hasta años. De ser así, busque la asesoría psicológica adecuada.
Evite comparar a su hijo con otros niños con autismo, porque cada uno es diferente y sus necesidades son igualmente variantes. Aquello que funciona en otros niños puede no ser lo adecuado para su hijo; sea abierto para escuchar y valore todas y cada una de las opciones que se le presentan. Su mejor aliada siempre será la objetividad. Evite tomar decisiones impulsivamente.
Algunas personas cercanas emitirán recomendaciones y juicios erróneos y sin sentido, lo cual es por ignorancia misma sobre el tema. Considere que hasta antes que usted tuviese un hijo con autismo, poca atención había prestado al tema e igual sucede con todos los demás. Tenga paciencia y enséñeles a conocer a su hijo.
Por último, recuerde que nuestro fin en la vida es lograr la felicidad y que ese niño, necesita de usted. Ahora más que nunca debe estrechar el vínculo con su pareja y su familia. No es tiempo de reproches, ¡es tiempo de actuar!
Fuente: “Autismo: manual avanzado para padres”, Javier Garza Fernández.
Fuente: “Autismo: manual avanzado para padres”, Javier Garza Fernández.