Puzzles y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad


 El puzzle o rompecabezas, un recurso educativo para niños con TDAH

 Es un juego que ofrece múltiples ventajas educativas ya que desarrolla la paciencia y la voluntad. Desarrolla el sentido de la observación, el interés por los detalles, la cualidad de dominio de sí mismo, al mismo tiempo que cierta lógica. Mejora la capacidad de análisis y síntesis, coordinación, visión espacial, motricidad, el pensamiento lógico y la creatividad.

Jugar con rompecabezas ejercita la mente de los niños, desarrolla sus capacidades cognitivas que le serán necesarias para leer, escribir, resolver problemas y coordinar sus pensamientos y acciones.

Aunque en principio es concebido como un juego solitario, lo deberíamos utilizar como un juego para compartir en familia, o con otros chiquillos.
Sentarse junto al niño, enseñarle estrategias búsqueda, de observación; compartir con él un momento de ocio, intercambiar palabras de ánimo y afectos; ofrecerle estrategias para superar los momentos de frustración, calmarlo, guiarlo; contribuye a que el niño aprenda a manejar su impulsividad.
 Los puzzles, sin duda, es una herramienta muy apreciada por sus aspectos motivadores y formativos. Se sabe que es un juego inductor de tranquilidad.
Es necesario escoger aquellos que estén adaptados a la edad y las capacidades del niño. Una clasificación estándar sería:
EDAD
PIEZAS
0-2 años
Hasta 6 piezas
2-3 años
6/9/12 piezas
3-5 años
16/20/25/48 piezas
5-6 años
50/80/100 piezas
6-8 años
100/150/200 piezas
8-11 años
250/400 piezas
Más de 11 años
500 piezas en adelante
 Los niños que habitualmente hacen puzzles en poco tiempo se pueden enfrentar a modelos con más cantidad de la recomendada según su edad.
Debemos comenzar con puzzles que puedan realizar. Si dudamos, es mejor quedarnos cortos con el número de piezas que ofrecerle uno que no pueda abordar y provocar el abandono. Recordemos que utilizamos el puzzle, también, para educar la persistencia y la voluntad.
 En las primeras ocasiones debemos acompañarle, enseñarle a resolverlo. Los puzles de pocas piezas podemos montarlos nosotros, mientras nos mira y luego pedirle que lo monte él. Poco a poco hay que ir suprimiendo la ayuda y aumentando la dificultad, alejándole las partes o cambiándolas de posición. De esta manera comprenderá que esa pieza única realmente no lo era y que para que vuelva a aparecer esa imagen tiene que unir las piezas.
A medida que crecen vamos introduciendo puzzles con mayor cantidad de piezas adaptados a sus posibilidades. Eso sí, hasta que sean mayores de 4 años, procurad que sean de madera o de buena calidad, todavía su sed de destruirlo todo no está saciada y es probable que terminen doblándolos. Además le gustará repetirlo una y otra vez. A estas edades, hacer puzzles les proporcionará bonitos momentos de calma, les ayudará a concentrarse para conseguir algo, a tener paciencia y siempre encontrarán una gran satisfacción al ver su puzzle terminado.
Cuando comenzamos a hacer puzzles con niños mayores debemos estar presentes hasta que no adquieran las habilidades mínimas. Estar próximos, compartir con ellos el juego, verbalizar los procedimientos que seguiremos para hacer el puzzle sin duda es una herramienta didáctica valiosísima con niños que sufren Tdah.

Recomiéndalo? Please share!

Previous Post
Next Post
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Scroll to top