La importancia de la etapa del suelo. Por qué es importante el rastreo


LA IMPORTANCIA DE LA ETAPA DEL SUELO

Muchos desconocen la verdadera importancia que tiene para el adecuado desarrollo del niño pasar por la "etapa del suelo".
Es vital que permitamos a nuestros niños tener oportunidades de voltearse, arrastrarse y gatear y de las consecuencias (en la forma de dificultades de aprendizaje principalmente) que puede haber si limitamos sus necesidades de movimiento y exploración.
Comprendo que muchas veces resulte difícil "ver" esta importancia, pero con este VÍDEO creo que queda bastante claro el empeño y la constancia del bebé que se mueve sobre el suelo en lo que puede parecernos un "juego", pero que es en realidad una necesidad vital para su desarrollo cerebral.


Esta es la opinión de los expertos:


Sally Goddard, en "Reflejos, aprendizaje y comportamiento": "Gatear y arrastrarse… ambos facilitan tanto la integración de información sensorial, como los sistemas vestibulares, visual y propioceptivo, todos empiezan a trabajar juntos la primera vez. Durante este período de movimiento de desarrollo, el niño adquiere el sentido del equilibrio, el sentido del espacio y el sentido de la profundidad. Es a través de arrastrarse y gatear que las actividades inmaduras de ver, sentir y moverse se sincronizan por primera vez para aportar una imagen más completa del entorno."

"Las razones por las que un niño no gatea pueden ser de tipo neurológicas, de desarrollo o por el entorno. …Los niños que no han tenido mucha oportunidad de jugar en el suelo durante los primeros 8 mese quizá "se salten" las fases de arrastrarse y gatear, ya que no han tenido suficiente tiempo para desarrollar las habilidades motoras en la posición prona, que precede a la capacidad de gatear."

"Será el proceso de arrastrarse con las manos y las rodillas lo que acabará de desarrollar las capacidades visuales que el niño ha aprendido hasta el momento, e integrarlas con información de otros sentidos."

"Arrastrarse es uno de los patrones de movimiento más importantes en el largo proceso de enseñar a los ojos cómo cruzar la línea media. Además de mirar hacia delante, los bebés también aprenden la coordinación ojo-mano gracias a los movimientos de las manos. Algunas veces, los ojos enfocan de una mano a otra, utilizando las manos como si fueran un estímulo móvil. Más tarde esta capacidad será esencial para poder leer sin perder las palabras en la línea media y visualmente seguir la mano que escribe. Es a través de arrastrarse que los sistemas vestibular, propioceptivo y visual se conectan para funcionar juntos por primera vez. Sin esta integración el desarrollo del sentido del equilibrio, la percepción del espacio y la profundidad serán muy pobres.
Las capacidades de enfocar a distancia y la coordinación oculo-manual utilizadas en el acto de arrastrarse son las mismas habilidades que el niño utilizará cuando aprenda a escribir y a leer.
Pavlides observó en 1987 que un gran porcentaje de niños con dificultades de lectura habían omitido las fases de arrastrarse y gateo durante su infancia."

"Las niñas … a las que se les ponen "vestidos bonitos", a veces andarán como "osos" para evitar poner las rodillas en el vestido que dificulta moverse hacia delante."

"Rosanne Kermoian y sus colegas llevaron a cabo un estudio en el Reed College en 1988 y vieron que muchas habilidades cognitivas, como la permanencia de un objeto y la percepción del espacio, se aprenden durante el período de arrastrarse y no hasta entonces."

"Los accesorios modernos para bebés son como regalos del cielo para los padres, pero los carritos, los asientos diseñados para bebés, los caminadores y las sillas para el coche no deberían reemplazar el suelo como el lugar primordial de juego para el bebé. Es el tiempo que se pasa jugando libremente en el suelo el que ayudará al niño a tomar control sobre su cuerpo, y por lo tanto, adquirir confianza. En el suelo hay libertad de movimiento y adquiere experiencia en diferentes tipos de aventuras y exploraciones que el niño no podría adquirir desde los límites de una silla.
Mientras está tumbado sobre su estómago el niño aprenderá a mantener el peso de la cabeza. Unos meses más tarde, aprenderá a girar estando boca abajo hasta quedarse sobre su espalda y eventualmente conseguirá las posiciones de sentado y gateo. Para poder sentarse el niño debe pasar por varios estados de desarrollo motor, conseguir el control de la postura y dominar su equilibrio, cada fase posterior aumenta la madurez del sistema nervioso central."

"Cada fase requiere práctica para poder adquirir el equilibrio y la coordinación automática. Durante los primeros años de vida, la práctica de habilidades motoras y el juego son prácticamente lo mismo."

"La mayoría de los padres quieren proteger a sus hijos de los peligros del mundo exterior, pero esta actitud a veces puede impedirles que desarrollen las mismas habilidades que necesitan para sobrevivir. Aprendemos qué es el equilibrio gracias a las caídas y de ahí desarrollamos estrategias para no volver a caer otra vez. Aprendemos a tolerar alturas cuando escalamos y empezamos a sentirnos confiados con nuestras capacidades. Cualquier habilidad motriz que de adulto hacemos bien la hemos adquirido gracias a fracasos iniciales y por el esfuerzo de superar el problema.
Los padres que permiten a sus hijos a descubrir su entorno, dentro de límites seguros por supuesto, permiten que sus hijos crezcan con la oportunidad de aprender a través de la experiencia. La experiencia es el alimento para el desarrollo del cerebro."

"En su libro "Diagnóstico y tratamiento de problemas del habla y la lectura" (1963). Delacato describió cómo ninguno de los niños a los que había evaluado con dificultades de aprendizaje específicas había pasado por los estados motores de desarrollo de arrastre o gatear."

"El bebé de ocho meses que rueda hacia delante y hacia atrás en el suelo sin un objetivo concreto, está preparando su equilibrio para sentarse, levantarse y finalmente andar. En lo que a él respecta, cuando se mueve, el mundo se mueve con él y cuando él para, el mundo permanece quieto una vez más. Gatear es por lo tanto un puente importante, capacitándole para combinar el sistema vestibular, el propioceptivo y el visual por primera vez."

Raymundo Veras (1975): "El arrastrarse no solamente es una fase importante para el desarrollo de la movilidad del niño, sino que también es terriblemente importante para su desarrollo visual. En todas las personas primitivas que hemos visto, a los niños nunca se les permite arrastrarse y ninguno de ellos puede enfocar sus ojos a ninguna cosa que esté más cercana que la distancia de sus brazos. Todos tienen vista a larga distancia. Creemos que cuando un niño se arrastra desarrolla la capacidad de visión de cercanía."



Glenn Doman en "Cómo enseñar a su bebé a ser físicamente excelente": "Cuantas más oportunidades tenga su recién nacido de arrastrarse, mejor será físicamente, mayor será el desarrollo de su cerebro, más alta será su inteligencia motora… Sin importar la edad que tenga su bebé, el arrastrarse por primera vez constituirá un logro importantísimo."

"Existe una relación muy estrecha entre ser capaz de arrastrarse y gatear y converger con su visón en un punto próximo… La visión de puntos cercanos, que se ve desarrollada materialmente cuando el niño se arrastra y gatea, significa poder ser capaz de converger los propios ojos para enfocarlos juntos dentro de la distancia que existe de los ojos a las manos. Esta es la distancia a la que leemos, escribimos… Cuando no hay oportunidad de desarrollar la movilidad y se evita que los pequeños se arrastren y gateen, los efectos se hacen evidentes en otras áreas, como el caso de la visión."


El doctor Harald Blomberg en su manual de Terapia de Movimiento Rítmico - Nivel Uno "TMR y ADD/TDAH" : "Es normal que los padres quieran ayudar a sus hijos a desarrollar sus habilidades motoras. Cuando llegan al desarrollo emocional se guían por sus instintos y por sus propias experiencias emocionales de la infancia. Sin embargo cuando tienen que desarrollar la parte motora de sus hijos, los padres normalmente no saben qué es lo que su bebé necesita para su desarrollo.
En vez de dejar que el bebé desarrolle sus habilidades motoras por sí mismo y tome su propio espacio y vaya desde una posición tumbada a reptar, gatear y finalmente se ponga de pie, la mayoría de los padres intentan acelerar su desarrollo motor.
En vez de dejar al niño tumbado en el suelo y que desarrolle sus reflejos posturales moviéndose alrededor por sí mismo, se utilizan sillas de coche incluso cestitas por períodos largos de tiempo antes incluso de que sean capaces de sentarse.
En lugar de animarlo a desarrollarse moviéndose lo más posible en su nivel de desarrollo, los padres lo ponen en un andador durante largos períodos de tiempo antes de que esté listo para gatear o caminar. Todo esto restringirá el desarrollo motor normal y obstruirá las conexiones de los ganglios basales y la integración de reflejos primitivos.
Si los padres quieren ayudar a sus hijos a desarrollar sus habilidades motoras deben adecuarse al desarrollo motor de sus hijos. Un bebé que no puede sentarse es mejor que esté tumbado. Al bebé se le debe permitir tumbarse sobre su estómago para estimular que levante la cabeza. Debe ser animado a moverse libremente por el suelo para gradualmente desarrollar sus patrones de movimiento, gravedad, equilibrio, estabilidad e integrar sus reflejos primitivos. Dejando al niño estar mucho tiempo en sillas para bebé s y andadores su desarrollo motor se obstruirá y correrá el riesgo de desarrollar TDA-H o ADD, dificultades de aprendizaje y problemas emocionales."

"La transformación de los reflejos primitivos en reflejos posturales de por vida es debida a los movimientos rítmicos espontáneos que el bebé hace antes de empezar a caminar. La mayor parte de esta transformación debería estar hecha mientras que el bebé está todavía en el suelo. Los movimientos en posición vertical, de pie o caminando inhiben los reflejos primitivos solamente en una extensión muy limitada, pero son muy importantes para la maduración de los reflejos posturales y para conseguir equilibrio y estabilidad."

María Docavo Alberti en "Mi hijo no es un problema, tiene un problema": "En esta fase el bebé empieza a moverse en su entorno, a reconocer su espacio, mueve sus extremidades y reconoce su entorno, lo delimita, controla su territorio… Fija la mirada y calcula distancias con más precisión.

Si el bebé no hace el movimiento de reptar, las consecuencias pueden ser:

- problemas para seguir con los ojos una línea
- problemas para expresar los pensamientos e ideas
- escritura ilegible
- problemas de coordinación ojo-mano, fundamentalmente para escribir y coger pelotas
- agresivo o por el contrario incapaz de defenderse
- delimitación del territorio, puede ser agresivo cuando es invadido por sorpresa
- miedoso
- problemas con la regulación de la temperatura corporal
- sexo, problemas de excesiva demanda de sexo, agresivo o sumiso
- problemas de concentración, problemas de aprendizaje
- reacciones repetitivas ante una situación
- hiperactividad o hipoactividad


El bebé separa el cuerpo del suelo, comienza a sentarse de rodillas, a balancearse de delante a detrás y empieza a gatear, aquí ya los dos hemisferios empiezan a trabajar cruzados … es un movimiento fundamental para determinar la lateralidad, los ojos cruzan la línea media del cuerpo. Los problemas que pueden surgir de no haber gateado lo suficiente suelen ser:

- problemas de coordinación de movimientos, andar homolateral
- no coordina manos y ojos
- problemas con el habla, problemas de concentración y de motórica gruesa
- olfato demasiado sensible
- inteligencia emocional, no controla sus emociones. Lloros y alegría histéricos, cambios repentinos de humor
- problemas de comunicación, necesidad de ser aceptado
- no acepta la crítica, o critica desmesuradamente a los demás
- no reconoce el peligro
- conciencia de grupo"


El doctor Jorge Ferré en "El desarrollo neuro-senso-psicomotriz de los3 primeros años de vida": "Lo peor que podemos hacer con un niño de estas edades (de los 6 a los 9 meses de vida), que necesita estar experimentando nuevas sensaciones con su cuerpo, es dejarle sentado todo el día en la sillita, la hamaca, el cochecito, la cuna o el sofá y convertirlo en mero espectador de lo que hacen los demás."

"El reptado contralateral anterior significa un cambio muy profundo en el sistema y los mecanismos que utiliza el bebé para explorar su entorno y para aprender.
… Se activa la vía cruzada de movimiento, que es la vía de control voluntario del movimiento, y empieza a ponerse en marcha la función del cuerpo calloso.
Es un momento muy importante en el proceso de desarrollo humano por todas las consecuencias funcionales positivas que comporta.
Con la incorporación del patrón contralateral, se prepara la coordinación dinámica de todos los movimientos que aprenderá a hacer después: andar, correr, pedalear, saltar a la "pata coja", subir y bajar escaleras con soltura, etc.
También cambia el programa de análisis perceptivo porque inicia la puesta en marcha de la percepción visual, auditiva y táctil tridimensional.
… El cuerpo empieza a funcionar como una auténtica unidad y el Sistema Nervioso también."

"El gateador puede sortear obstáculos de mayor altura, eleva la cabeza, dirige la escucha y la mirada a mayor distancia. Poco a poco, se desarrolla la fusión visual.
Las dos imágenes visuales se funden e integran en una sola y eso le permite empezar a percibir el espacio en tres dimensiones. Capa la profundidad y empieza a desarrollar la capacidad de medir la distancia."

"Su percepción le ofrece una visión del mundo que va más allá de los próximo y lo táctil y empieza a desarrollar la capacidad de elaborar imágenes de representación mental de un objeto.
Ahora, aunque el objeto esté oculto detrás de un obstáculo visual, empieza a retener su imagen mental. Esta capacidad es la que se llame persistencia o permanencia del objeto.
La experiencia motora del gateo es una experiencia global, gracias a la cual activamos un patrón de organización rítmico y sincrónico de la actividad bilateral del cuerpo, que estimula la coordinación ocular y la visión binocular."

"El gateador, utiliza constantemente la pinza para explorar el espacio y coger objetos tan pequeños como una miga de pan o una pestaña.
Los niños que no han vivido experiencias en el suelo porque se han pasado el primer años de vida sentados o en el parque, pasivos e inmovilizados, pueden tener menos habilidad manual."

"Si no se activan todos los patrones funcionales correspondientes a esta etapa evolutiva y se acelera la deambulación, se dificulta la correcta activación del mesencéfalo, la vía piramidal y el cuerpo calloso."

"La visomotricidad es una función trascendental a la hora de leer con eficacia. Muchos problemas de lectura se deben a los vacíos de información que acumula el bebé que no ha vivido experiencias en el plano del suelo y que su primera experiencia motriz ha sido empezar a andar mal, después de haber pasado el primer año de vida sentado con apoyos."

" El parque y los andadores son instrumentos que deberíamos eliminar totalmente. El parque impide el gateo, reduce el campo experimental obliga al bebé a hacer lo único que puede hacer ponerse de pie con apoyo. Los andadores impiden el gateo y fuerzan al bebé a colocarse en postura bipedestante cuando todavía no tiene suficiente tono muscular en las piernas y no está preparado para hcerlo, con todas las consecuencias que ello comporta."


¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EL RASTREO?

Escrito por Mª Ángeles García Morán, Licenciada en Psicología Infantil y especialista en Estimulación Temprana


Como ya sabes, el desarrollo cerebral e intelectual de tu pequeño depende en gran medida, de la cantidad y calidad de los estímulos que reciba. Así pues, el desarrollo de su inteligencia está vinculado también, de forma determinante, al ejercicio de las funciones motrices del cerebro (arrastre, gateo, caminar...). Es absolutamente necesario que el pequeño se ponga en marcha desde que nace ya que es muy importante afrontar y ejercitar dos etapas fundamentales, el arrastre y el gateo, siguiendo los pasos adecuados.


El arrastre propiamente dicho (es decir, desplazarse rozando con el cuerpo en el suelo) suele iniciarse alrededor de los 6-7 meses y debe considerarse el mayor logro en el área de la movilidad ya que, gracias a él, el bebé deja de ser dependiente del entorno para alcanzar objetos y buscar nuevos estímulos por si mismo.


No obstante, el bebé es capaz de desplazarse cuando está boca abajo desde el momento del nacimiento. Piensa en las veces que has encontrado a tu pequeñín tocando con su cabecita el extremo de la cuna después de dejarlo dormido en otra posición.


Cuando está despierto, es importante no desperdiciar ninguna ocasión para que se ponga en marcha: en la medida que te sea posible ponlo sobre una superficie plana y dura para que sus movimientos, que en un principio son reflejos, se vayan coordinando de manera consciente para conseguir el desplazamiento, aunque al inicio sólo sean unos poquitos centímetros.


Las oportunidades de arrastre deben ser frecuentes y cortas, respaldadas siempre por tus palabras de ánimo y caricias que premien el esfuerzo que el bebé realiza. Después, y de manera gradual, irás alargando las distancias y también el tiempo de estancia boca abajo.


No te alarmes si tu bebé no se arrastra antes de gatear, hay un muchos niños que eluden esta etapa pero la ejercitan a partir de los 2-3 años mientras juegan en el suelo (pasando por debajo de las sillas, rebozándose en la arena de la playa, etc.)


El arrastre ayuda en la coordinación de los hemisferios cerebrales


El arrastre comporta numerosos beneficios para el bebé. En primer lugar, la posición típica del arrastre le facilitará desarrollar y muscular la zona cervical al intentar levantar la cabeza y apoyarse sobre sus manos con los brazos estirados o sobre los codos cuando tiene los brazos flexionados en ángulo recto (ésta es la posición más cómoda para ellos y la que les facilita manipular los objetos que están al alcance de sus manos mientras mantienen la cabeza erguida sin cansarse).

Además, el arrastre implica el avance en patrón cruzado: se mueve utilizando su brazo derecho y su pierna izquierda para empujarse hacia delante; simultáneamente mueve el brazo izquierdo y la pierna derecha hacia delante para soportar su peso sobre ellos como preparación para el siguiente movimiento.


Avanzar en patrón cruzado implica, y a la vez ejercita, la coordinación entre los dos hemisferios cerebrales. El hemisferio derecho controla los movimientos y sensaciones de las extremidades izquierdas y el hemisferio izquierdo controla los movimientos y sensaciones del lado derecho de nuestro cuerpo. Cuando los dos hemisferios trabajan de manera coordinada quiere decir que su mano izquierda (hemisferio derecho) sabe lo que hace su mano derecha (hemisferio izquierdo) y por tanto puede, por ejemplo, pasarse cosas de una mano a otra sin que se caigan.


Así pues, cuantas más oportunidades tenga el pequeño de moverse en el suelo, más posibilidades damos a sus dos hemisferios cerebrales para ejercitarse y desarrollarse plenamente lo cual favorecerá su desarrollo intelectual y la posibilidad de pasar a la fase siguiente: el gateo.


Pónselo fácil antes de empezar

A veces un buen arrastre empieza de la manera más insospechada: en los primeros meses al bebé le gusta también estar boca arriba (posición supina) para contemplar su entorno, mover brazos y piernas de manera descoordinada, y porque no, jugar con sus manitas y pies. En esta posición podemos aprovechar para enseñarle algunos ejercicios previos que pueden ayudarle a arrastrarse mejor. Por ejemplo, girar sobre sí mismo y pasar de boca arriba a boca a bajo y viceversa. Esto le ayudará a desarrollar su equilibrio, obtener estabilidad en sus movimientos y también a cambiar de posición de manera voluntaria



Hazle pedalear. ¿Cómo? Coloca las palmas de tus manos apoyadas en sus piececitos. Ya verás como empezará a extender y doblar las piernas rítmicamente. Entonces, presiónale los pies de manera alternativa lo suficiente para que ejerza una fuerza para rechazar tu mano. Derecho, izquierdo, derecho, izquierdo... como ir en bicicleta

Las abdominales, lo primero. Una buena fuerza de su musculatura abdominal es esencial para coordinar los movimientos de las piernas y del tronco. Para conseguirla, haz un simple ejercicio que encantará a tu bebé. Ponlo tumbado boca arriba encima de tus piernas. Sujétalo por sus manos y, tirando de ellas, acércalo hacia ti poquito a poco hasta tenerlo en posición sentado frente a ti. Ya verás como, a la vez, levanta las piernas. Esta posición en "V" es lo que fortalece sus pequeñas abdominales. Repítelo varias veces al día
Alarga la manita. Pon su juguete preferido delante de él pero a una altura que le obligue a estirar un brazo mientras se apoya en el otro. Cambia el objeto de posición para que estire y ejercite los dos bracitos alternativamente.

¡Cuerpo a tierra!




La mejor motivación para un bebé es un "ejemplo honesto" (como dice Glenn Doman) por parte de los padres. No dudes en estar junto a tu hijo en el suelo y, con mucho amor y paciencia, disfrutar juntos de cada logro, de cada sonrisa y de cada momento.

Para que tu bebé disfrute con el arrastre y obtenga todas sus ventajas, además, debe sentirse cómodo:

Es importante no ponerle mucha ropa (pañal y camiseta que le deje al aire codos, antebrazos, rodillas y pies) que le facilite el movimiento y aumentar la temperatura ambiente para que no coja frío.

Las condiciones favorables son: suelo plano y duro que no le ofrezca mucha resistencia en un inicio ni que resbale demasiado (madera, hule, espuma dura). Es importante que esté limpio, seguro (sin obstáculos, enchufes, etc.) y que sea liso.

Para ponérselo más fácil...

Cuando el niño intenta arrastrase moviendo el brazo y la pierna del mismo lado, gira en círculo sobre si mismo y no avanza. Esta situación es normal en un principio. Para ayudarle puedes construir con distintos objetos una pista en línea recta que le obligue a moverse y avanzar en una sola dirección. Ponle objetos atractivos frente a él a cierta distancia para motivarlo pero no fuera de su alcance pues se desentendería de ello.

Puedes ponerle zapatos con suela gruesa de goma para que le sirvan de punto de apoyo y se agarre bien al suelo para impulsarse.

A menudo tenemos que ayudarles apoyando nuestras manos en las plantas de sus pies para que las usen de punto de apoyo pues con sus movimientos reflejos no tocan el suelo y no pueden avanzar.

Si podéis estar los dos progenitores en el suelo jugando con él aprovechar a enseñarle a avanzar en patrón cruzado estirándole la mano derecha y flexionando la pierna izquierda, y luego la mano izquierda y la pierna derecha a lo largo de varios metros. Es importante hacer este ejercicio cuando el niño ya se desplaza flexionando sus dos brazos a la vez y luego sus dos piernas a la vez.

Si a pesar de todo no conseguimos que avance, es interesante situarlo en una pista o tablón grueso con cierta inclinación. Esto hará que la propia gravedad le obligue a avanzar sus manos alternativamente para mantener la estabilidad y equilibrio. Sus piernas se moverán compensando y equilibrando el avance hasta llegar al final de la pista. Poco a poco aprenderá que arrastrarse es muy divertido.

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